martes, 3 de marzo de 2009

Enviado por jaque

Todos no se extasían como tú, ante un crepúsculo, no sueñan frente a una aurora o cimbran en una tempestad ; ni gustan de pasear con Dante, reír con Moliére, temblar con Shakespeare, crujir con Wagner ; ni enmudecer ante el David, la Cena o el Partenón. Es de pocos esa inquietud de perseguir ávidamente alguna quimera, venerando a filósofos, artistas y pensadores que fundieron en síntesis supremas sus visiones del ser y de la eternidad, volando más allá de lo real. Los seres de tu estirpe, cuya imaginación se puebla de ideales y cuyo sentimiento polariza hacia ellos la personalidad entera, forman raza aparte en la humanidad: son idealistas.Definiendo su propia emoción, podría decir quien se sintiera poeta: el Ideal es un gesto del espíritu hacia alguna perfección.

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